Gracias por explicarme lo que siento

hulka

Hay casos y casos de hombres feministas. Casos de hombres que lo son desde la más absoluta naturalidad, porque creen firmemente en la igualdad de oportunidades y en la necesidad de hacer mejoras para conseguirlo; y luego hay casos de feministas de nuevo cuño, con resultados de lo más dispar.

No es una cuestión intelectual, sino de vivencia y supervivencia individual, del uso y disfrute que se quiera hacer del conocimiento adquirido.

Y así pasa, que te encuentras por la vida con extraños casos de feminismo pagafantas, hombrecillos que ven en el feminismo una forma de empatizar con el otro sexo, de sentir una cercanía prohibida a aquellos con los que carecen de un grado de intimidad. Sin embargo, ya se sabe del peligro de sufrir el abrazo del koala en estos casos: siguen sin conseguir nada más que la conversión en un adorable peluche con frases de Germaine Greer.

Pero ay amiga mía, si sólo fuera eso, que entre aprender y asimilar hay un trecho y a la que te descuidas te hacen un maravilloso mansplaining de teoría sin digerir. ¿Perdona? ¿Acaso sabes tú mejor que yo lo que es vivir como mujer, lo que siento, lo que me pasa a mí y a mi coño moreno?

Claro, claro… Menos mal que te tengo a ti para me expliques ese fallo en el plan de Matrix.

Y eso que tus gónadas decidieron evolucionar hacia el exhibicionismo de su situación. Pero hay que joderse qué listo que eres, qué haría yo sin ti, que anticipas mis sentimientos.

 

Un consejo: háztelo mirar.

Aunque pienses que esto es una falacia ad hominem.

[Imagen: Fuck Yeah, Hard Femme!]

Esta entrada fue publicada el 08/03/2016 a las 1:12. Se guardó como Feminismo troll, Sin categoría y etiquetado como , , . Añadir a marcadores el enlace permanente. Sigue todos los comentarios aquí gracias a la fuente RSS para esta entrada.